POR GONZALO QUIÑONES
Nada de nervios. Nada de miedos. Nada de temores. Más bien acabémosla Ya. De esta manera debemos identificar de ahora en adelante la incoherente, pero, subversiva manifestación de los bandidos Márquez, Santrich, Romaña: TRIADA ASESINA, desde Venezuela, su nuevo reducto, gracias a la demencial actitud del dictador Maduro, amigo a ultranza de la guerra, la criminalidad social de su pueblo, el narcotráfico y todo cuanto tiene que ver con lo ilícito y lo inhumano.
Esta ala disidente del denominado grupo político de las farc que gozo de todos los privilegios, comodidades y garantías de todo orden en la Habana, en el desarrollo del sonadísimo Acuerdo de Paz – la esperanza mayor de nuestra Nación- merece toda la atención de los órganos militares, entes de control, de cada partido político, de cada institución, agremiación, de los integrantes de la inteligencia nacional e internacional, para construir la más calificada estrategia para acabarla. No nos queda otro camino o alternativa.
Que las fuerzas armadas trasladen todo su poder, milimetría, orden, precisión, a los campos de los guerrilleros disidentes para capturarlos, o darlos de baja si es preciso ya que no nos podemos someter a sus enunciados criminales y desestabilizadores de la poca institucionalidad que nos queda. Aquí se recuerda la armonía y el poder que se manifiesta cada 20 de julio, con motivo del desfile militar, que solo su rítmico desplazamiento, genera confianza y respeto.
Y con la misma decidida estrategia, que llegue a cada rincón de nuestro territorio, la mano del gobierno, consistente en el apoyo frontal a los municipios y veredas, a los indígenas, los campesinos, y los ex miembros de la guerrilla que por fin han comprendido y asimilado que el camino es la Paz. Pero con obras reales como las carreteras primarias, puentes, planes de vivienda, sistema humano de salud y alimentación, escuelas y colegios, con maestros idóneos. Que desaparezca la indiferencia del estado. Que borre en esos lugares, todas las mentiras y promesas que simplemente han “endulzado los oídos” de la gente. Que haga algo que valga la pena y llene de seguridad y grata esperanza de una recuperación total de cada región.
Convocamos al gobierno de Duque, para que discierne y conciba la posición de la TRIADA ASESINA, como una oportunidad, para demostrar el poder del Estado como tal. Que al Estado se respeta y que somos un pueblo valiente, decidido a defender sus derechos a la vida; que se respeta la dignidad humana y todo cuanto tenga ver con el bienestar masivo de la sociedad colombiana.