EL PERIODISTA HERNAN   GIRALDO TRUJILLO CALIFICA ASÌ AL ALCALDE CARLOS  MARIO MARIN 

UN ALCALDE SUI GENERIS…Hernan Giraldo Trujillo…    Carlos Mario Marín  tiene una personalidad sui generis. Seguramente muchos quisieran acertar para descifrar su comportamiento, pero han desacertado o mejor fracasado en el intento. Atacado como alcalde, como suele ocurrir con todo el que ocupe un cargo de tamaña responsabilidad. Unas de cal y otras de arena. Las de cal porque seguramente todo en su administración lo vió en blanco, y de arena porque quieren ver movediza su butaca. A falta de tres meses y unos días para el final de su mandato, sigue tan sonriente, como el primer día que asumió. Nada lo conmueve y eso puede ser un atributo, no volverse contradictorio o molesto por todo lo que se dice de él. Diferente al presidente Petro que se da por aludido frente al arsenal de críticas desobligantes y en muchos casos injuriosas. Lo mejor sería no darle crédito a tanta zalagarda en un país que nada les sirve a los opositores del gobierno de turno. No todo es malo lo del burgomaestre, como para creer que es muy mediocre, ni todo es tan bueno como subirlo a un pedestal. Que ha hecho cosas buenas? Creemos que si!! Que ha hecho cosas en Contravía de los requerimientos urgentes de la  ciudad? También. Destaquemos algunas cosas, dos de las más importantes: Los índices de desempleo bajaron de acuerdo a los standares nacionales publicados por el DANE, y la inseguridad de acuerdo a los comparativos históricos, le dan réditos no para cantar victoria, pero si logros estadisticos. El trabajo con grupos sociales, con los jóvenes, con el emprendimiento y con equidad de género le dieron laureles. En lo que no le fue bien, quedando en deuda con Manizales, fue la tardanza en avanzar con las obras de gran envergadura como el intercambiador vial de los cedros, el bulevar de la 51, la PTAR y la tercera línea del cable. La administración por dentro tampoco contó con el sabor melifluo del nectar, pues nunca se vió tanta inestabilidad en su gobierno, si bien es cierto que todo espacio hay que cubrirlo y que la institucionalidad y sus políticas es una sola, quienes llegan a esos cargos no todos gozan del suficiente conocimiento, experiencia y “estilo” que demanda sus responsabilidades, por consiguiente esos cambios continuos afectaron la gobernabilidad. Sus afanes mediaticos igualmente opacaron su gestión. Sabemos quiénes estamos en la otra orilla, que el narcisismo o la autofilia conduce a nebulosas que desorientan los estribos y la sindéresis de un buen gobierno.  Al comienzo se tornó insoportable, con el correr de los días, fue morigerando sus posturas, y aunque maduró un poco, no pudo desterrar ese fetiche del todo. Sobre las investigaciones que le prosiguen los órganos de control y el  judicial, aún no se conocen condenas en firme, por tanto y al gozar de la presunción de inocencia, nada se puede afirmar sobre actos de corrupción o violación del régimen legal y/o contractual, en ese sentido a la fecha sale bien librado, no obstante el  endemoniado asedio de sus enemigos políticos o gratuitos. Serían mil ítems para establecer que tanto cumplió con su mandato, lo que exigiría un vademecum completo y un análisis muy a fondo para calificar el manejo del municipio. Nadie resulta bien librado, si alguna virtud perfecta existe, es porque existe la extrema que es la imperfección,  una frase de Arquímedes para contrarrestar el desgaire de sus férreos críticos, quien dijo: “La balanza nos da el equilibrio de los pesos en reposo”. La historia referirá el juicio de la administración de Carlos Mario Marín, un hombre simpático, querendón, ingenuo, al que también le dolió Manizales, el que dejó de hacer tareas necesarias, hizo lo que su medida permitió hacer y se despedirá seguramente con la misma sonrisa desparpajada…Carlos Mario Marín, un  alcalde que permanecerá en el recuerdo como un personaje singular…