Vamos a gobernar con transparencia, vamos a gobernar con eficacia y vamos a devolverle a los ciudadanos la esperanza de volver a creer en las instituciones y, bajo ninguna circunstancia, permitiremos que las mafias de la corruptela se sigan apoderando de la salud, de los recursos de las obras públicas, de la alimentación escolar. Seremos el gobierno que, como nunca antes en la historia de nuestro país, enfrente ese cáncer y lo doblegaremos, porque seremos un país unido en ese propósito.
Hoy, cuando hablamos de esos retos que están en la legalidad, también debemos asumir uno más grande y es que debemos, en todos los rincones del país, construir ese sueño de la seguridad de la mano con la justicia. La seguridad tiene que volver a las calles de nuestras ciudades, tiene que volver a los campos de Colombia, porque la seguridad no es violencia, la seguridad es un valor democrático que nos permite edificar una mejor sociedad, donde estemos libres de miedo, y una sociedad libre de miedo es una sociedad en verdadera paz.
Nuestro anhelo es que podamos construir consensos para que Colombia tenga una justicia creíble, eficaz, cercana al ciudadano. Una justicia de excelencia en sus jueces, con unas primeras y segundas instancias fortalecidas, que permita, además, que el ciudadano cuando activa su proceder, tenga una respuesta oportuna para generar confianza. Nosotros no vamos a fracturar la justicia, ni vamos a llegar a desinstitucionalizar a Colombia, lo que vamos a hacer es fomentar el gran consenso que reclama el país para que la justicia sea cercana a todos los ciudadanos en cada rincón de Colombia.
Cuando hablamos de esa legalidad que añoramos, también está de por medio la paz, porque la paz de Colombia es un anhelo de todos y la paz implica que pasemos la página de esa fractura, donde se nos quiso dividir entre amigos y enemigos de la paz. Hoy somos todos amigos de construir esa paz y debe ser una paz que, ante todo, preserve ese deseo de permitirle a la base guerrillera su desmovilización, su desarme y su reinserción efectiva, que permita que llegue la inversión pública a los lugares que han sido golpeados por la violencia, que permita que en el territorio colombiano se puedan adelantar proyectos productivos sostenibles y que eso les dé oportunidad a todos nuestros connacionales y, antes que nada, esa paz que añoramos, que reclama correcciones, tendrá correcciones para que las víctimas de verdad sean el centro del proceso y garanticemos verdad, justicia, reparación y no repetición.
Esa paz, esa paz que es la que nosotros añoramos, es la que nos tiene que llevar a un sano debate de ideas, porque si los cultivos ilícitos siguen creciendo en nuestro país, amenazando la seguridad nacional, si aparecen dineros y armas escondidas, si vemos que hay algunos que permiten, con sus armas, seguir obstruyendo el curso institucional del país o lo que es peor, acallando a las autoridades y acallando la ciudadanía, ahí lo que estamos haciendo es fracturando el anhelo de la paz. Por eso, pueden tener la plena certeza que obraré como Comandante en Jefe de todos los colombianos para defender nuestra Constitución y que todo el territorio se protejan la vida, la honra y los bienes de los colombianos. |